martes, 14 de mayo de 2013


Una de las principales causas de consulta en los centros de estética, es el tratamiento de las manchas faciales. Diariamente acuden mujeres preocupadas por el aspecto de su piel, por esas manchas color café oscuro que una vez, acabada la estación verano se hacen más evidentes y extensas.

El melasma (del griego: mancha negra) es una hiperpigmentación marrón claro u oscuro, adquirida que aparece en las áreas expuestas del rostro, como la frente, pómulos y labio superior. Es recurrente y se exacerba con la exposición al sol, afectando de manera importante la calidad de vida del paciente.


Su etiopatogenia es inespecífica y multifactorial, se debe a la hiperfunción de los melanocitos. Los factores asociados son internos y externos; dentro de los primeros se encuentran: radiación ultravioleta, rayos infrarrojos, trauma mecánico o fricción. Entre los factores endógenos cabe mencionar sexo, siendo más frecuente en mujeres con un 90%, edad (entre los 30 y 40 años), color de piel (fototipo III a V), predisposición genética (mestizaje, prevalencia en raza hispana y asiática), factores hormonales como el embarazo (50-80% de las mujeres pueden presentar melasma durante este período), los anticonceptivos orales, padecimientos suprarrenales y tiroideos.

El diagnostico es clínico pero podemos utilizar la luz de Wood (una lámpara de luz ultravioleta) para observar minuciosamente la piel.

Con respecto al tratamiento para el melasma, primero debemos comentar cuales son los objetivos principales: Aclarar la intensidad de la hiperpigmentación, reducir la extensión del área afectada, evitar la recurrencia y educar al paciente sobre los factores de riesgo y los cuidados que debe de llevar de forma permanente.

Hay que tener conocimiento que no es un tratamiento rápido ni sencillo, que se requiere de disciplina, paciencia y un manejo global.


La medida más importante es la fotoprotección utilizando protectores solares de amplio espectro (UVA/UVB) con un factor de protección mínimo de 50, en cantidad y horarios adecuados (aplicación cada 4 horas).

Los tratamientos con peeling químicos dan muy buenos resultados. Consiste en la aplicación de agentes despigmentantes sobre la piel, que producen una exfoliación controlada de la piel pigmentada. Son base de combinaciones de ácidos los cuales actúan removiendo el pigmento de las capas externas de la epidermis. Para lesiones
pequeñas y recientes podemos utilizar el peeling de diamantes, que ayuda a eliminarlas de forma suave y controlada.

A ese tratamiento lo podemos complementar con sesiones de luz pulsada intensa, esto se debe gracias a la afinidad de la energía lumínica por la melanina, lo que hace que esta luz sea absorbida por las lesiones pigmentarias.

Por último debemos adicionar el tratamiento domiciliario que es a base de preparados despigmentantes, la aplicación debe ser continua y por varios meses. Generalmente son a base de Hidroquinona, ácido azelaico, ácido kójico. En relación a agentes despigmentantes existen una amplia gama, todos éstos permiten blanquear la piel, muchas veces sólo en forma temporal, siendo bastante frecuente la reaparición del melasma al poco tiempo de suspender el tratamiento.

En conclusión, el tratamiento para tratar las manchas debe ser personalizado, considerando todas las alternativas terapéuticas que existen, tenemos que comprender que los cuidados son de forma permanente y que los resultados dependen de varios factores. La mejor época para iniciar son los meses de otoño e invierno.
  
Dra. Gladys Chau
SIGLO XXI

No hay comentarios:

Publicar un comentario