Es un novedoso y revolucionario tratamiento ideal para combatir la celulitis, estrías, la flacidez y el envejecimiento corporal y facial.
Es totalmente inocuo, y previa evaluación médica y
selección del paciente, consiste en la inyección del gas Dióxido de Carbono
(CO2), a nivel subcutáneo con finalidad estética y terapéutica.
El CO2 al ser inyectado en el área a tratar, produce
vasodilatación y neovascularización (formación de nuevos vasos sanguíneos), de
esta forma aumenta la circulación sanguínea y la oxigenación. En consecuencia, una mejor nutrición y
eliminación de grasa, toxinas y líquidos acumulados en los tejidos. Esto favorece la redistribución de las
fibras en el espacio subdérmico, la reducción de microvárices y fibrosis, y
posteriormente la piel adquiere un aspecto más liso y lustroso, mejorando
considerablemente la “piel de naranja” o celulitis.
El CO2 no es tóxico aun a dosis altas, y se administra
mediante una máquina de última generación, que regula la cantidad y el flujo de
gas administrado, con un dispositivo que termina en una aguja sumamente fina,
de calibre 30.
El esquema de sesiones varía según el objetivo de la
aplicación, y cada sesión dura aproximadamente 40 a 45 minutos. Los resultados son evidentes a partir de la
cuarta a sexta sesión.
La carboxiterapia no es recomendable en pacientes con
lesiones en la piel de las zonas a tratar, gestantes o durante la lactancia
materna, enfermedad cardiovascular y respiratoria, epilepsia y diabetes mal
controlada.
Se recomienda acompañar el tratamiento con hábitos
sanos y un estilo de vida saludable (dieta apropiada, ejercicios, tratamientos
corporales paralelos, eliminar el consumo de alcohol o cigarro).
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