lunes, 18 de agosto de 2014


Una de las herramientas de vanguardia en el campo del bienestar físico y la salud corporal, es la electroestimulación. Es una técnica en la cual se estimulan las fibras musculares mediante impulsos eléctricos de baja frecuencia. Se utiliza para éste propósito un aparato electroestimulador que transmite las minidescargas a través de cables hasta los terminales o electrodos, que se colocan directamente sobre la piel del paciente, en las áreas o grupos musculares que queremos tratar.
De este modo, las contracciones musculares fisiológicas producidas por el electroestimulador, permite que los músculos adquieran volumen, fuerza, resistencia y tono, además de quemar las reservas de grasa localizadas. Esto último constituye el efecto adelgazante del tratamiento, algo que cabe subrayar, desde el punto de vista de la estética corporal es uno de los efectos más benéficos del mismo.
Nos interesa hacer hincapié en que, el efecto adelgazante no es producido directamente en la grasa por el electroestimulador, sino por la efectiva acción de drenaje que se produce en la zona del tratamiento. Por ello, se aconseja a nuestros pacientes realizar actividad aeróbica en conjunto con el tratamiento además de seguir un régimen de dieta saludable y hábitos sanos, para potenciar los efectos que deseamos conseguir.
Los beneficios de este tratamiento también son efectivamente aprovechados en el deporte y la rehabilitación.

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