La electroporación es una alternativa no invasiva a la
mesoterapia convencional, por lo que se la ha dado en llamar mesoterapia
virtual o sin agujas (procedimiento indoloro) y que permite la introducción de
fármacos de forma localizada.
Mediante la electroporación, se altera de manera
transitoria la permeabilidad de la membrana plasmática lo que ocasiona la
apertura de los canales intracelulares y posibilita la introducción de activos
electroporados. La electroporación también abre finísimos canales en la
epidermis a través de los lípidos del espacio intercelular. Esta vía es quizás
la más importante en las aplicaciones médico estéticas de esta tecnología, ya
que permite el paso de sustancias a través de la piel.
Al aplicar una corriente alternada, lo que hacemos es
mover las células de la capa externa de la piel, y este movimiento genera la
apertura y modificación de espacios por los cuales la difusión de productos a través
de la piel se facilita. La
electroporación provoca un reacomodamiento físico de las células de la piel. Al
ser la corriente de electroporación alternada (o sea que cambia de dirección
permanentemente) logramos que este reacomodamiento sea continuo, y que vaya
generando nuevos poros y canales mientras la corriente esté activa.
La electroporación permite introducir tanto micro como
macromoléculas, inclusive mayores a 800.000 Dalton como el ácido hialurónico o
la heparina, o de 500.000 Dalton como el colágeno.
Los liposomas constituidos por fosfatidil colina son el mejor vehículo para el aporte de sustancias mediante esta tecnología.
Los liposomas constituidos por fosfatidil colina son el mejor vehículo para el aporte de sustancias mediante esta tecnología.
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