En toda intervención
quirúrgica, existe una agresión ya sea en mayor o menor grado al organismo que
rompe la homeostasis interna y necesita de un tiempo de recuperación. Este
tiempo puede ir desde unos pocos días en pequeñas intervenciones hasta varias
semanas en intervenciones mayores.
La experiencia nos demuestra
que los tratamientos pre y postoperatorios cuando son realizados por personal
competente, aceleran la recuperación, la reabsorción de los edemas y equimosis,
disminuyen las molestias, mejoran el estado de la piel, favorecen a la
regeneración de los capilares y vasos linfáticos. En resumen mejoran los
resultados de la intervención.
Todos los tratamientos deben
ser coordinados con el cirujano plástico ya que es él, la persona indicada para
decidir cuándo empezar a realizarlos y qué tipo de tratamiento es el más
recomendable.
El más importante de los
tratamientos post quirúrgicos es el conocido drenaje linfático
manual (DLM), que es la principal técnica para acelerar la
reabsorción del edema. Actualmente muchos cirujanos plásticos lo recomiendan y
lo incluyen dentro de las indicaciones, como complemento básico en la
recuperación.
El drenaje linfático manual se
considera necesario después de una intervención corporal como la lipoescultura
y sirve para drenar el edema, evitando las complicaciones como la formación de
placas duras bajo la piel (fibroesclerosis subcutánea). Tanto el método de
drenaje linfático Vodder como el método Leduc, han demostrado ser eficaces en la
recuperación tras la liposucción.
La fecha exacta para iniciar
el tratamiento post quirúrgico va a depender de la extensión, características
de la cirugía, del tipo de piel del paciente y sobre todo del criterio del
médico. Usualmente se recomienda iniciar las sesiones a los 7 – 10 días post la
intervención.
Otras técnicas usadas son:
Ultrasonido: Se utiliza
para la reabsorción del edema, equimosis y para eliminar zonas fibrosas. Para
la reabsorción del edema utilizamos un cabezal de 3 Mhz, en emisión pulsada y a
intensidades bajas. Se utiliza mucho en cirugías como la mamoplastia de
aumento.
Presoterapia: Es un buen
complemento para eliminar las toxinas. Es mejor la utilización de equipos
programables para regular la presión por segmentos, ya que la localización y
extensión del edema puede variar, según las zonas donde se realice la
liposucción. La presoterapia será siempre de baja intensidad con una presión
inferior a los 40 mm Hg.
LPG endermology: El LPG
puede utilizarse tanto en el postoperatorio inmediato como tardío. Se utiliza
en cada caso el programa más adecuado de drenaje o de remodelación.
La técnica de ejecución debe
ser precisa y la movilización de la piel durante la primera semana debe ser
mínima para facilitar la correcta retracción de la piel. Un exceso de
movilización podría tener como resultado una piel más flácida, empeorando el
resultado de la intervención.
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